EUROPA
PRESS
22 abril
2017
Hay personas que no se lavan y otras que lo hacen constantemente,
que están obsesionadas con su higiene personal. "El porcentaje estaría
repartido en un 50%", subraya a Infosalus
Fernando Pérez, médico de familia del Centro de Salud San Juan de Salamanca.
Además,
luego están los niños, muy reacios a bañarse generalmente o las personas
mayores, que parece que también tienen miedo al agua o, todo lo contrario, personas
que por su trabajo diario deben limpiarse las manos o ducharse constantemente.
Por
ello, el especialista desvela que sí es malo ducharse varias veces al día, si
bien destaca que siempre hay excepciones y hay casos en los que puede estar
justificado varios usos de la ducha al día. De igual forma sucedería con
lavarse las manos todo el rato.
"Si
el motivo de lavarse las manos es el exceso de contaminación física o
bacteriana, quizás esté justificado lavarse a menudo las manos. No obstante, en
un enfermo con Trastorno obsesivo compulsivo (TOC) no es recomendable y además
se necesita tratamiento para esa obsesión. Por ejemplo, un médico tiene que
lavarse las manos más de 20 veces cada día en
Pérez
destaca que con el exceso de higiene puede romperse la primera barrera
defensiva del cuerpo contra las agresiones externas, que es la piel, ya que
ejerce de "profilaxis inespecífica", independientemente de cómo sea
nuestro sistema inmunitario. "Para todo tipo de agresiones es vital que
esté bien la piel. Cuanto mejor esté mejor superaremos las cosas. Por ejemplo,
si a uno le dan un golpe se defenderá mejor si tiene la piel bien que si la
tiene alterada", apostilla el experto.
Es más,
resalta que la piel también representa "la puerta de entrada de muchas
enfermedades", y alerta de que su deterioro facilita las infecciones por
bacterias, virus y hongos, o la contaminación por otros agentes. "La piel
es un órgano fundamental en nuestro cuerpo y tiene mucho que ver con el
metabolismo hidroelectrolítico", precisa el
médico de familia.
No
obstante, Fernando Pérez explica que, si se tiene un trabajo que requiere de un
lavado constante, cada cierto tiempo, se recomienda emplear algún producto en
particular. "Lo mejor es utilizar equipos de protección individual y
ducharse al finalizar la jornada. Si no es posible usar geles
hipoalérgicos para dañar lo menos posible la piel.
El
exceso de lavado destruye sus barreras protectoras (el manto ácido, hidrolipídico, córneo, bacterias benignas), y ello abre la
puerta de entrada a bacterias, hongos, virus y a otros microorganismos, para
que penetren en nuestro cuerpo", añade Pérez.
En este
sentido, el especialista en Salud Pública insiste en la protección, para evitar
tener que ducharse constantemente. "Si se va a segar la hierba de
jardines, independientemente de que al final de la jornada uno se duche, es
interesante que para el desbrozado utilice mascarilla, gafas de protección y un
equipo de protección individual que le tape porque sino todos los pólenes se le
van a pegar a la piel y crear irritación en menos de una hora. Si no tendría
que ducharse inmediatamente", avisa el miembro de la SEMG.
Claves de la higiene personal
·
¿Cada cuánto hay
que ducharse? Pérez indica que todo
depende de la edad y de la actividad física que se realice. Un niño debe
ducharse todos los días antes de cenar, para después irse a la cama. Se supone
que juega, se tira por el suelo, por ejemplo, suda y se mancha, y no siempre
dispone de duchas cuando hace ejercicio. En cambio, un adulto, que no realiza
mucha actividad física, tendrá que hacerlo una vez al día. En una persona mayor
todo depende de su grado de dependencia. "En condiciones normales puede
ducharse dos o tres veces por semana, y realizar una higiene íntima diaria
(axilas, partes íntimas y pies). Una persona dependiente puede tener que
ducharse una, o diez veces por semana", señala.
·
¿Qué es mejor
ducharse o bañarse? Según para qué:
Si lo
que pretendemos es limpiarnos después de hacer ejercicio físico (correr, ir al
gimnasio, o haber trabajado en el campo), lo mejor es ducharse.
Después
de un día estresante de trabajo sedentario, de ejecutivo, lo mejor es relajarse
con un buen baño. A veces puede ser hasta beneficioso para paliar los efectos
de una crisis reno-ureteral y nos ayuda a expulsar la
litiasis o "piedra".
En
cualquier caso, siempre es recomendable el ejercicio físico, al menos 150 min/semana. Y siempre estará recomendada la ducha después
de hacerlo.
Finalmente
y, a juicio del experto de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) Román Barabash,
"en el punto medio está la virtud", y concreta que lo conveniente es
limpiarse con agua tibia y no hacerlo más de una vez al día porque si no puede
llegar a suponer "una agresión para la piel". De hecho, sostiene que
con el exceso de higiene o de exposición al agua la piel también puede
deteriorarse en pacientes sanos o incluso agravar enfermedades dermatológicas.